Es patente y notorio la escasez en el mercado de equipos de protección individual (EPI) para los dentistas, impidiéndoles o limitándoles el ejercicio de la profesión para realizar los tratamientos de urgencia y, más adelante, el desarrollo normal de su actividad.
Como consecuencia de esa escasez y en tanto las casas comerciales que suministran habitualmente estos equipos resuelven esta situación, la Junta de Gobierno del Colegio ha estado trabajando durante los últimos días en la opción de adquirir directamente unas partidas importantes de EPI en cantidad suficiente para su distribución y puesta a disposición de los colegiados de Sevilla.
Durante este tiempo en primer lugar se ha contactado con las principales empresas que suministran en España los EPI para las clínicas dentales, tales como Henry Schein o Kalma entre otras muchas, a fin de conocer de primera mano la situación del mercado internacional de estos equipos y las perspectivas a corto plazo.
A la vez la Junta de Gobierno también ha contactado con cinco de las más importantes empresas importadoras de nuestro país que están en estos momentos tramitando pedidos de EPI por encargo de la Administración del Estado y por empresas privadas. Se les ha pedido información veraz sobre características y calidad de los EPI importados, garantías, precios y plazos de suministro.
Tras obtener la información que nos ha sido facilitada, que no siempre ha sido la requerida, se ha solicitado los correspondientes informes comerciales y jurídicos. Tras analizar todo ello en su conjunto, la Junta de Gobierno se ha visto finalmente en la obligación de desestimar en estos momentos la opción de adquirir directamente esos EPI por los motivos que a continuación se detallan:
1. No se le ha dado al Colegio, y por ello a sus colegiados, garantías suficientes de que los EPIS que se pudieran adquirir reunieran las condiciones de seguridad exigibles en estos momentos para hacer frente a posibles contagios por el COVID-19.
Al no poder garantizar el Colegio a sus colegiados el 100% de efectividad hace que ética y jurídicamente sea inviable la realización de la operación sin asumir un riesgo, aunque sea mínimo, para la salud de los colegiados, del personal auxiliar y de la población en general.
2. Debido a la alta demanda actualmente existente tampoco estaba garantizado los plazos de entrega, además del riesgo de ser requeridos para ponerlos a disposición de las autoridades sanitarias conforme permite la legislación vigente, tal y como hemos visto en casos anteriores.
3. Finalmente, en el supuesto que hubiera sido factible esa adquisición el Colegio no dispondría de medios ni de personal adecuados para su distribución entre la colegiación. Se dependería por ello de empresas externas de transporte que en la situación actual y con las medidas impuestas por las autoridades sería una incógnita los plazos para su puesta a disposición entre toda la colegiación.
Pese a ello, la Junta de Gobierno ha seguido trabajando en buscar alternativas para hacer frente a esta escasez de los EPI. Tras numerosos contactos podemos informar que aproximadamente 180 depósitos dentales de nuestro país, que suministran habitualmente los EPI, se han coordinado para disponer en el plazo aproximado de una semana equipos suficientes para suministrarlos a las clínicas dentales de toda España. De esta forma, según dichos datos el problema de abastecimiento se iría solucionando a corto plazo poco a poco, disponiendo esos equipos de las garantías y seguridad que le ofrecen las empresas especializadas del sector que en ningún caso podría haberlas dado nuestro Colegio.
Atentamente,
La Junta de Gobierno
La Junta de Gobierno