Una de las principales recomendaciones para cuidar la hidratación y salud dental este verano es que lleves siempre contigo una botellita con agua. De esta manera, podrás mantener los niveles de hidratación adecuados, logrando que la saliva actúe como barrera defensiva contra las bacterias.

La disminución de saliva provoca que los azúcares no se diluyan y también la disminución del pH de la cavidad bucal. El pH idóneo para nuestra boca es ligeramente alcalino y su medida está en torno a 7,4 mientras que un pH ácido provoca que el esmalte de nuestros dientes se desmineralice y se debilite favoreciendo la aparición de enfermedades como la caries, la acumulación de cálculo supragingival y patologías como la periodontitis.

Y como la saliva es la protección natural que tiene nuestro organismo para mantener el equilibro del pH de nuestra boca y contrarresta la acidez de algunos alimentos, la sequedad provocada por las altas temperaturas puede generarnos problemas de salud bucodental que podemos prevenir fácilmente en estas épocas del año.

Además, el uso prolongado de aires acondicionados y ventiladores es muy habitual, lo que reseca las mucosas orales. Hay que tener en cuenta que las altas temperaturas y la sequedad bucal generan el medio ideal para que las bacterias proliferen en nuestra cavidad bucal.